Hola a tod@s:
Hoy os traigo una de las primeras recetas que publiqué con fotografía cuando empecé en esta andadura de los blog de cocina allá por al año 2009. Os la vuelvo a enseñar porque desde entonces es un clásico en mi casa a la hora de la merienda sobre todo si hay niños; es muy fácil de hacer y el tiempo caluroso que ya empezamos a tener propicia el levado de la masa de forma adecuada. Espero que os guste.
La original pertenece al blog LOS FOGONES DE PIU y la podeis encontrar AQUÍ
INGREDIENTES:
(para dos bandejas de horno llenas)
- - 25 gr de levadura fresca.
- - 125 gr de mantequilla sin sal.
- - 200 ml de leche entera.
- - 85 gr de azúcar blanquilla.
- - 1 sobre de azúcar vainillado.
- - 2 huevos tamaño L.
- - 550 gr de harina de repostería.
- - - Una nuez de mantequilla y azúcar glas para decorar.
PREPARACIÓN:
1- Derretimos los 125 gr de mantequilla en el microondas, calentamos un
poco la leche y mezclamos bien los dos ingredientes. A continuación desmenuzamos la
levadura y la añadimos a lo anterior, removiendo hasta que quede bien disuelta
y no haya grumos.
2- Añadimos al preparado anterior el azúcar, el azúcar vainillado, los huevos, la
harina tamizada y mezclamos todo amasando hasta que quede integrado. (Os recomiendo
utilizar un recipiente grande porque sube mucho al fermentar y podría salirse
la masa).
3- Dejamos reposar la masa cubierta con papel film unas dos
horas para que doble su volumen en una zona cálida y sin corrientes de aire.
4- Pasado este tiempo amasamos un poco la masa y vamos
cortando porciones del tamaño de una nuez grande, hacemos un bastoncito con
ella y le damos la forma que más nos guste, de caracola o de S y las ponemos en
una bandeja de horno sobre papel sulfurizado separándolas unas de otras.
Los
dejamos reposar hasta que doblen su volumen aproximadamente una hora.
Precalentamos el horno a 250º.
5- Una vez hayan doblado el volumen, los metemos en la parte media del horno durante cinco o seis minutos, hasta que veamos que han
tomado un poquito de color.
6- Al sacarlos del horno y todavía calientes, los pintamos
con mantequilla derretida y espolvoreamos con azúcar glas. Dejamos enfriar unos
minutos y ya están listos para comer.
¡¡ BUEN PROVECHO !!
1 comentario:
Los enrollados azucarados es un placer para los sentidos, solo hay que tener ganas de comerlos, eso sí si se pueden hacer con aceite de cáñamo tendrá un gusto genial
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