CORDIALES DE ALMENDRA

Hola a tod@s; lo primero que quiero es desearos a todos una Feliz Navidad.
Con la receta de hoy, participo en la propuesta que nos hace el RECETARIO MAÑOSO este mes , y que como no podía ser menos, está dedicada a la Navidad. La anfitriona es Mª José, del blog HECHO EN CASA, apadrinada por Sefa EL BUEN YANTAR DE SEFA .
Como siempre,os invito a que visiteis sus blog y a que os animeis a participar; para ver toda la información, clicar sobre cualquiera de los nombres.
Este año, he hecho este postre porque han venido mis hermanos a cenar en Nochebuena, y que mejor para agasajarlos que un dulce que nos recuerda nuestra querida Cartagena y que aquí, al menos que yo sepa, no se puede encontrar.
En estas fechas, creo que es bueno tener un recuerdo hacia nuestras raices para sentirnos mas cerca de los familiares que están lejos y así tenerlos mas presentes si cabe, que aunque en Zaragoza estemos de maravilla, la tierra siempre tira y el corazón está dividido, así que dedico también esta receta a mis tias y primos/as Cartageneros.

Ingredientes:

- 250 gr de almendra cruda molida o harina de almendra.
- 200 gr de azúcar.
- 250 gr de Cabello de Angel.
- 2 huevos tamaño L.
- La ralladura de la piel de un limón.
- Obleas

Preparación:

1- En un bol profundo, mezclamos la almendra con el azúcar, añadimos la ralladura de limón y los huevos uno a uno. Lo vamos integrando todo hasta que se forme una masa homogénea.

2- Añadimos ahora el Cabello de Angel y damos unas vueltas mas para que se mezcle todo bien.

3- Precalentamos el horno a 180º.
Ponemos en una bandeja de horno papel sulfurizado, y sobre el trocitos de oblea que habremos cortado con las manos intentando darles una forma mas o menos cuadrada (no importa si no quedan perfectos o salen picos, porque al final los recortaremos con una tijera).

4- Con la ayuda de dos cucharas de postre, vamos haciendo bolitas de masa del tamaño de una nuez  y las ponemos  encima de los trozos de oblea. Cuando los tengamos todos, introducimos la bandeja en la parte media del horno durante 20- 25 minutos, justo hasta que veamos que se empiezan a poner doraditos.
 Los sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez fríos, cortamos los restos de oblea para darle una forma redondita y conservamos en un recipiente cerrado para que no se pongan duros.

Con estas cantidades, me han salido unos 30 cordiales que he horneado en dos tandas, porque aunque no pierden la forma, si ponemos muchos de vez les cuesta mas el dorarse.
Y aqui teneis otra vista del resultado final ya puestos en la mesa.

¡¡BUEN PROVECHO!!